ASÍ LO VIVE BEGONYA DE SALVO.

Traductora en juicios. Le «aterra» la política de Trump y ejerce como voluntaria para ayudar a la comunidad latina a votar en estas elecciones

La campaña electoral la estoy viviendo a flor de piel. Estas son las elecciones más importantes de la historia de los Estados Unidos, en décadas». Begonya de Salvo nació en Valencia «pero soy muy de pueblo». No en vano, tiene raíces maternas en Cullera, ‘los Cabreros’ y paternas en Moixent, ‘Llapisera’. Vive en Pasadena, en el condado de Los Ángeles, con sus hijos Kieran, de 9 años, y Samantha, de 6.

Considera que en España «es todo mucho más organizado y democrático. Aquí no tenemos ‘periodo de reflexión’ y las campañas electorales no tienen límites de inyecciones financieras. En España todo es mucho más equitativo, como los anuncios de televisión en el que todos los partidos tienen el mismo tiempo. Tampoco tenéis colas de siete horas para votar porque el derecho al voto está garantizado y aquí se suprime, sobre todo a las minorías. Como emigrante, el clima electoral me supera. Las políticas racistas y xenófobas de la administración actual fomentando la violencia racial me tienen completamente aterrada. El voto es crucial y estoy haciendo de voluntaria para ayudar a la comunidad latina a ejercer su derecho al voto y sacar a Trump de la Casa Blanca».

Tras conseguir la licenciatura superior en Historia del Arte en las universidades de Valencia y Heidelberg, ya en Estados Unidos estudió Traducción e Interpretación Legal en California State University Los Angeles «y me saqué el examen estatal de intérprete y traductora jurídica. Gracias a eso, encontré trabajo en el Tribunal Superior de Los Ángeles donde trabajé por todo el condado hasta conseguir un puesto permanente en el Tribunal Penal. El Clara Shortridge Criminal Justice Center, en el Downtown de Los Ángeles». Recuerda que sale en muchas películas y que fue el tribunal donde se juzgó a OJ Simpson.

Recuerda que a una traducción suya «puso los puntos sobre las íes en las actas, y ayudó a que no le pusieran el cargo de asesinato en primer grado, un delito que entabla la pena de muerte, a un joven de 18 años». Además, «viendo películas subtituladas, supe que quería hacer más, abarcar más y no solo casos penales, pero otras cosas más livianas y divertidas. Por eso fundé mi propia compañía de traducciones y transcripciones en 2018 i-Verbatim (www.i-verbatim.com), término que viene del latín y significa palabra por palabra] y mi sueño es hacer los subtítulos de las películas que se hacen en Hollywood». Asimismo, acaba de terminar un proyecto con PBS, una productora enfocada en la educación.

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